¡A emprender en el 2023! El emprendimiento en niñas y niños en Honduras

Por:

*Dinora Lizeth Agurcia, profesora de educación primaria y universitaria en UTH y emprendedora

*Amy Nohelia Palma, docente universitaria en UTH y emprendedora social.

La familia es el lugar de aprendizaje más significativo para nuestros niños. Cuando los estamos educando descubrimos que, recibiendo el apoyo necesario, pueden hacer cosas grandes. Apoyando sus ideas y ayudándoles a organizarlas podemos crear ambientes invaluables para ellos.  

Emprender es más que vender un producto: es creatividad, comunicación, toma de decisiones, liderazgo y saber que hay más de una opción correcta. Si los niños tienen esta oportunidad, serán capaces de vivir una experiencia que les ayudará a desarrollar su imaginación, saber a utilizar el dinero de manera responsable y a cumplir sus propios sueños.  

La especialista Amy Palma considera que muchas veces pensamos que ser emprendedor(a) es contar con una empresa o negocio, pero es más que eso ya que el emprendimiento es una actitud que se puede ir formando desde corta edad, y el papel de los padres y maestros es clave en esta etapa. La actitud del emprendimiento en los niños se destaca cuando hay curiosidad, innovación, perseverancia y solidaridad.

En nuestro país el emprendimiento en niños no es común. De hecho, algunas personas lo ven como trabajo infantil, cuando en realidad son espacios para los pequeños que están descubriendo cómo hacer negocios y cómo invertir de manera inteligente.  

Nuestros niños reciben poca formación financiera en sus centros educativos, ya que los currículos no ven a profundidad este tema. Afortunadamente el Ministerio de Educación de Honduras ya está realizando los cambios necesarios; ha creado el programa Aprender a Emprender, para promover experiencias significativas, ligadas a valores que permitan a los estudiantes descubrir sus competencias empresariales.

También, en Honduras existen programas complementarios que apoyan la labor de los profesores a nivel preescolar, primario, secundario y universitario; como la Fundación Real Ledge Honduras. En la etapa de adolescencia, las universidades ofrecen programas de incubación de ideas de negocios y aceleramiento de emprendimientos como por ejemplo el Centro de Emprendedores de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) y el Centro de Innovación UTH Avanza de la Universidad Tecnológica de Honduras (UTH).

Como padres podemos ser agentes de cambio: fomentar en nuestros niños espacios de aprendizaje; compartir con ellos experiencias propias, por pequeñas que sean; ayudarles a ver oportunidades reales; planificar con ellos los pasos para poder materializar sus propias ideas; permitirles equivocarse y ayudarles a buscar soluciones y prepararlos con literatura adecuada. 

La educadora y mamá emprendedora Dinora Agurcia afirma que los niños empiezan a ver oportunidades, cuando ya han tenido alguna experiencia.Ella nos comenta como anécdota que su hija pequeña, al probar un postre hecho en casa le dice: “mamá, este postre está delicioso, deberíamos venderlo”. Su hijo, después de jugar Monopolio, comentó que estaba empezando a entender la importancia de vender servicios básicos, como agua o electricidad. Su hija mayor cuando le dicen que su moño está lindo, inmediatamente les dice que se los puede vender. 

Definitivamente algo que despertó en Camila y Valentina el deseo de su propio negocio fue ver a sus padres haciéndolo. Ambas niñas viajaban cada fin de semana a Comayagua a los restaurantes de sus padres y estaban involucradas en las pláticas que se realizaban sobre temas de negocios. Se acostumbraron a estar entre revisiones de inventarios, arqueos de caja y realización de pedidos.  

Cuando empezó la pandemia, en el 2020, los tres hermanos empezaron a hablar sobre las vacaciones que querían tener, enumerando todos los lugares que querían visitar. Su madre les explicó que no sería posible ir a todos porque era algo costoso. Al meditar, Camila, de 5 años en ese entonces, dijo que ella podía ayudar vendiendo sus moños. Luego, pensó mejor la idea y me dijo que le hiciera moños para vender. Así creamos la marca Camila’s Hair Accessories. Comenzó a vender, junto a su hermanita Valentina, de 3 años, en el garaje de la casa, hasta llegar a centros comerciales y ferias de emprendedores locales. Un año después empezaron a elaborar porta mascarillas y fueron un éxito.  Posteriormente, Camila empezó a diseñar vestidos en un cuaderno y propuso que su costurera se los hiciera, ya que deseaba venderlos porque en Tegucigalpa no había tiendas con vestidos de princesas. De esta forma han ido haciendo cambios en su línea de productos. Actualmente la marca ha sido actualizada para incluir a ambas hermanas y se llama Las Sofías Luxury Kids. Después de cumplir su primera meta, que fue su viaje a Disneyland, ahora se plantean otras más complejas y con mayores retos, pero que seguramente serán de mucho aprendizaje para ellas.  

Camila, que actualmente tiene 7 años, ya está leyendo libros sobre emprendimiento para niños y sobre cómo funciona el dinero. Cuando están vendiendo siempre son felicitadas y ellas están orgullosas de estar creando su propia empresa, aprecian más su dinero y lo destinan a sus propósitos establecidos.

Otra niña a destacar es Ashley Saraí Martínez, inició a sus 13 años su emprendimiento en Instagram chapyshophn, bajo la supervisión de sus padres. La pandemia la inspiró a que, en su tiempo libre, pudiera dedicar su tiempo en actividades productivas. Su padre recomienda que la administración del dinero sea responsabilidad de los adultos.

El profesor francés Eric Raymond Marsollier comparte que hay una disciplina importante para dar inicio al emprendimiento, es la educación Moral y Cívica. Permite desarrollar cuatro dimensiones:

  1. La cultura de la sensibilidad (el respeto hacia sí mismo y hacia los otros).
  2. La cultura de las reglas y de los derechos.
  3. La cultura del juzgamiento (desarrollar su espíritu crítico)
  4. La cultura del desempeño (ser responsable de sus promesas hacia los otros, desempeñarse y asumir sus responsabilidades, tomar en carga aspectos de la vida colectiva, integrarse en un proceso colaborativo y enriquecer su reflexión tomándola en cuenta).

Especialmente en la cultura del desempeño, se podría fomentar la iniciativa en un colectivo necesario para emprender.

Este conocimiento privilegia el desarrollo del alumno para ser emprendedor ya que son pequeños todavía. El niño necesita aprender a vivir con los otros y hacer parte de una colectividad respetándose.

Recomendamos algunos juegos y aplicaciones móviles que fomentan el emprendimiento en niños como: Monopolio, The Cake Shop, Simuladores de Negocios, Shark Tank y Business Kids.

Influencers educativos y emprendedores sociales en Honduras que abordan temáticas de emprendimiento para niños y adolescentes recomendamos a: Malucía, Shin Fuyijama y Víctor Reyes.

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