(Por: Cilia Fúnez)
Estamos en el mes del amor y amistad, para muchos es una fecha para demostrar ese sentimiento que se tiene, mientras para otros es simplemente otro día más aprovechado por la mercadotecnia, para vender flores, chocolates, perfumes y tener abarrotados los restaurantes.
De la forma que lo mire, es difícil no darse cuenta de la fecha, mas allá de eso no muchas veces se habla del amor y el dinero juntos, aunque a mi criterio se debería de poner mucho ojo en este tema.
Mis queridas lectoras, hablando de amor y dinero, en esta oportunidad les compartiré tres bases para que la relación pareja y dinero funcionen sanamente. Estos 3 principios son fundamentos para cualquier relación, ya sea de pareja, con los hijos, amigos, familia y aún socios empresariales.
Gustar
En la pareja no se refiere meramente a la atracción física, aunque por supuesto debe existir. Va más allá de lo tangible, el gustar en forma de pensar, actuar, sus ideales y metas. Es necesario hablar, observar y compartir con una persona para conocer quién es realmente.
En el manejo del dinero no cambia este principio, deténgase a ver a esa persona que le atrae, mire bien si le gusta trabajar, cómo habla de sus jefes o clientes, si existe ahorro e inversión y todas las demás decisiones financieras que toma. Muchas veces tal vez por lo que pinta el cine y televisión, hay una especie de enamoramiento irreal, en el cual todo parece perfecto y lamentablemente no lo es.
Las finanzas suelen ser uno de los motivos más comunes de discusiones en el hogar, por lo general debido a la irresponsabilidad de uno de los cónyuges, aparentemente también es una de las primeras causas de divorcio: los conflictos económicos de la pareja.
Comunicación
No es un secreto que toda relación necesita comunicación para ser construida, cuidada y establecida con solidez.
A todos nos enseñaron en la escuela que la comunicación tiene un emisor, receptor y un mensaje. No todos los mensajes son con palabras, también existen los gestos, tonos de voz, entre otros. Hay mensajes tan hirientes como la indiferencia en la pareja, cuando a uno de los dos o ambos, no le toman importancia a la opinión de la otra persona. Existen parejas que llegan al punto de no hablarse por años, aun viviendo bajo el mismo techo y durmiendo en la misma habitación. El hogar, debería ser un lugar donde nos sentimos seguros y en completa libertad para expresarnos.
Los problemas económicos y cómo enfrentarlos, son muchas veces el que hacer diario para muchas familias. El sentarse a hablar, planificar y tomar decisiones que les ayuden a salir de las dificultades es todo un reto, pero no es imposible. El compromiso de ambas partes es básico.
Conozco muchos casos donde uno de los cónyuges, saca préstamos o toma la decisión de ¨ayudar¨ a un amigo o familiar siendo avales de préstamos, y al final perder hasta sus casas por dichas situaciones.
Los acuerdos a los que lleguen deben ser seguidos y respetados, ya que si son rotos, lo más seguro es que se pierda la confianza en la persona que los infringió.
Intereses en común
Dicen que los polos opuestos se atraen, no creo que esta afirmación sea del todo cierta. Tener metas e intereses en común con nuestra pareja sin duda alguna hará crecer la relación, ambas personas empujando para la misma dirección fortalece cualquier relación.
Cuando las metas y proyectos son planificados en conjunto, primero es más fácil alcanzarlos porque se tendrá un apoyo en la otra persona y segundo dos personas trabajando, dando ideas y opiniones son mejores que una. Los proyectos pueden ser variados, desde al ahorro en el café de las tardes, hasta proyectos grandes como la compra de una casa o el emprendimiento de un nuevo negocio.
Conocer a nuestra pareja es tan importante y vital para el desarrollo de la relación. Las parejas que duran más tiempo juntos por lo general son personas que tienen una misma visión, intereses y metas similares, por eso no creo en aquello de que los polos opuestos se atraen. Definitivamente una persona trabajadora y ambiciosa, no tendrá mucho que compartir con alguien que por el contrario sea desordenado en su vida y holgazán.
¿Qué pasa si ya se encuentra en problemas la pareja?
Los problemas financieros en la familia, no nacen de la nada, por lo general los tres principios antes explicados no son ni la sombra de lo que vive la familia a diario. Si este es su caso, les animo a que puedan tomar cartas en el asunto, hablar y honestamente compartir lo que pensamos y sentimos con nuestra pareja. ¡Ánimo!, siempre es bueno y saludable tomar decisiones y expresarnos.