Banco de Alimentos de Honduras, contribuye a la educación de sus beneficiarios para la prevención del contagio del COVID 19 en diferentes zonas de nuestro país.

En momentos de emergencia Nacional, Banco de Alimentos de Honduras, a través de nuestro proyecto “Educar es Prevenir”, está trabajando arduamente para contribuir a la concientización de la prevención del COVID-19. Es por ello que durante este proyecto hemos entregado mascarillas, botes de alcohol y gel antibacterial a personas que no tienen acceso a equipo de bioseguridad.

El Banco de Alimentos de Honduras, gracias al apoyo de The Resource Foundation y Avery Denninson se ha logrado desarrollar  el proyecto “Educar es Prevenir”, el cual por medio de capacitaciones, elaboración de material informativo y manuales; así como, la entrega de equipo de bioseguridad básico como mascarillas, gel y alcohol, ha contribuido a la prevención del COVID-19 entre sus 144 organizaciones asistenciales vinculadas, trabajando arduamente para compartir comportamientos y acciones que puedan ser transmitidas a nuestros beneficiarios.

El Banco de Alimentos de Honduras a través de su proyecto “Educar es prevenir”, ha entregado 29,400 mascarillas, 1,046 botes de alcohol y 1,500 botes de gel antibacterial; beneficiando a 7,500 personas, gracias al proyecto hemos logrado realizar 9 capacitaciones, capacitando a más de 90 personas en temas que fomenten comportamientos para la prevención del COVID-19; esperando generar un impacto positivo en su salud, la de sus familiares o personas cercanas

Gracias a las alianzas estratégicas que hemos realizado con socios donantes tanto nacionales como internacionales y la generación de relación académica con universidades, además de la participación de todos nuestros colaboradores y voluntarios con su fuerza de trabajo incansable que son un pilar indispensable para nuestro funcionamiento.

Los retos siempre están presentes ante cualquier evento o circunstancia y luchar contra el hambre la desnutrición en Honduras es meramente un reto como tal, además de la cultura y los hábitos alimentarios difíciles de modificar, la limitada accesibilidad a ciertas comunidades y las restricciones por medidas de bioseguridad nos ha dificultado tomar acción directa sobre los beneficiarios; sin embargo y gracias a la dedicación de cada una de las partes involucradas vamos abriendo caminos poco a poco y encontrando soluciones.

Esperamos seguir ampliándolo y llegar a más personas; al menos a todas nuestras organizaciones que se encuentran distribuidas en los 18 departamentos de Honduras, y a los más de 190 municipios que atendemos. 

Siempre seguiremos adelante para contribuir a reducir el hambre y la desnutrición en nuestro país y llevando esperanza, sobre todo, a los grupos más necesitados de Honduras.

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