A penas hace unos días celebramos el día Internacional de la Mujer Emprendedora y unos días después conmemoramos el Día Internacional contra la Violencia hacia las mujeres y no puedo evitar pensar que uno va de la mano del otro.
Los distintos tipos de violencia contra las mujeres existen porque un tercero cree que tiene el derecho de transgredir los derechos fundamentales de una mujer o una niña.
Las estadísticas nos dejan atónitos cuando vemos cifras que incluso son difíciles de imaginar y todo toma sentido cuando desde nuestros hogares, nos enteramos de alguien cercano que ha sido víctima de algún tipo de violencia y que lucha por sobrevivir, cuando ha sido afortunada, porque otras (muchas) han perdido su nombre, su identidad, su historia y sobretodo su futuro, convirtiéndose en una cifra más que se suma a las millones de mujeres y niñas asesinadas en todo el mundo, sólo por el hecho de ser mujeres.
El emprendimiento, es una salida. Hoy en día, se han hecho cálculos del impacto que tienen sobre las economías, los recursos económicos generados por las mujeres. Cuando una mujer comprende que es generadora de riqueza por naturaleza, el rumbo y la vida le cambian.
El emprendimiento en América Latina se ha vivido hasta ahora desde el temor, pero en realidad si revisamos nuestras historias de vida, nuestras genealogías, nos vamos a dar cuenta de que la mayoría somos descendientes de mujeres que han sido valientes emprendedoras. Somos una región dominada por el ausentismo del padre, donde la madre ha tenido que suplir el rol y los recursos que muchos hombres, no quisieron o no pudieron proveer.
Las mujeres latinas hemos crecido viendo generaciones de mujeres que nos mostraron el valor del trabajo duro, la perseverancia, la diligencia y la visión.
Diciembre ya nos alcanzó y el fin del año con él. Para muchas mujeres este año significará pérdidas, luto, tristeza, soledad, escasez; para muchas otras significó una pausa para renacer que nos permitió respirar, reflexionar y tomar distancia del agitado tren de vida que llevábamos.
En este cierre de año te invito a que reflexiones sobre el lugar en el que estás y también sobre el lugar en el que deseas estar. Las mujeres latinas estamos generando cambios positivos en nuestras familias, comunidades y países.
La pandemia nos ha dado la libertad de poder estar en nuestros hogares vigilantes de nuestros hijos, trabajos, parejas, etcétera. El trabajo remoto ha abierto la posibilidad de capacitarnos y capacitar a otros desde nuestro lugar de residencia. Esto abre oportunidades de trabajo o de aprendizaje que nunca antes habíamos tenido. Ciertamente la carga es mayor, pero también la posibilidad de crecimiento.
2021 está a la vuelta ¿hacia dónde te vas a dirigir? Como mujeres tenemos la opción de enfocarnos hacia donde queremos llevar nuestro destino, podemos ajustar las velas de nuestro barco para que el viento nos lleve a donde nosotras queremos y no hacia donde la marea decida. Si estás atenta, estoy segura que encontrarás la oportunidad de negocio que estás buscando para generar riqueza y darle empuje a tu propia vida y a los tuyos.
Seamos agentes de cambio, vayamos por nuestros sueños porque nadie puede vivirlos por ti. Deseo genuinamente que 2021 sea el año en el que camines hacia el destino que tu deseas y tus sueños sean tu realidad.
Sobre la autora.
Yuri Franco
México
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