La sonrisa: nuestra mejor carta de presentación, pero cómo la cuidamos?

(Por: Jessica Cárdenas)
En esta temporada donde todo es amor y felicidad, donde las sonrisas están a la orden del día, es cuando más nos preocupamos por la apariencia de nuestra sonrisa ya que también son fechas donde comentemos muchos excesos que pueden afectar la salud de nuestra boca.

El cuidado diario es fundamental para tener una boca sana y fresca, si bien en determinados momentos hay que poner en práctica una serie de consejos añadidos.

Consejos durante esta época navideña

Para disfrutar de una Navidad sin estrés y sin problemas con nuestra boca. Curiosamente, según los expertos el número de consultas al dentista aumenta después de las fiestas navideñas, basta con seguir unos sencillos consejos:

  1. El primero y más importante, no saltarse los hábitos de higiene diaria de la boca, es decir, lavarse los dientes después de cada comida. Durante esta época, tenemos muchas reuniones, y en muchas ocasiones llegamos muy tarde a nuestros hogares, y nos olvidamos de lavarnos nuestra boca, y cometemos un grave error, ya que es durante la noche, es cuando las bacterias más se propagan, causando así mal aliento (halitosis) o el comienzo de desarrollo de las caries.
  2. El abuso excesivo de las comidas tradicionales dulces, como ser las torrejas o las roquillas en miel, pueden alimentar las bacterias presentes en nuestra boca y colaborar al desarrollo de caries. Cada vez que comamos estos manjares navideños, no olvidemos cepillarnos nuestros dientes, para remover el dulce que se queden adheridos en los dientes y evitemos así el desarrollo de una caries.
  3. Por su parte, los alimentos muy grasos o especiados, el café, las bebidas alcohólicas, el rompopo y los dulces pueden provocar mal aliento temporal (halitosis) como también, mancharnos nuestros dientes, causando que nuestra sonrisa decaiga al vernos afectados por el cambio de color.
  4. En el caso de los niños, aunque los dulces resulten tentadores, conviene controlar su ingesta, ya que el exceso de alimentos ricos en azúcares favorece la aparición acelerada de caries dentales en los más pequeños.
  5. Si está siguiendo algún tipo de tratamiento dental, no hay que dejarlo antes de tiempo o suspenderlo durante las navidades. Los tratamientos deben cumplirse a rajatabla, siguiendo las recomendaciones de duración, ya que de lo contrario disminuirá su efecto.

De igual manera, si tenemos que hacer algún tipo de reparación en los dientes, o una revisión anual, tampoco hay que retrasarla, ya que el daño dental se puede agravar precisamente por el mayor consumo de alimentos con azúcares o demasiado duros.

  1. Entre el vino tinto, el vino blanco y el champán, lo mejor es el primero si lo que queremos es conseguir una menor erosión dental.
  2. El aceite de oliva es un gran aliado para nuestros dientes. Además de tener muchas propiedades que son saludables para nuestro cuerpo, crea una película en los dientes que los protege de la caries y el desgaste.
  3. Ya sabemos que nuestros bolsos están llenos de cosas para cualquier situación, sobre todo el de las madres. Pues un kit de limpieza bucal no es mala idea. Así, si tenemos una agenda apretada estas navidades, podemos mantener limpios nuestros dientes en cualquier parte donde haya un baño.
  4. ¿Y si no tengo tiempo? Pues el chicle sin azúcar es un buen aliado. Estimulará la producción de saliva, encargada de neutralizar la acidez proveniente de lo que ingerimos. Además, nos permite limpiar la boca de restos de comida.
  5. Tras los excesos, lo mejor es hacerse una limpieza dental.

Para evitar las molestias dentales, tengamos el hábito siempre lavarnos nuestros dientes y nuestra lengua después de cada comida, como también visitar al odontólogo cada 6 meses, tiempo prudencial para realizarnos una limpieza dental, y evaluar el estado de nuestros dientes, que con el paso de los años, van perdiendo su capa protectora (el esmalte dental), causando así que se exponga a diversas enfermedades que pueden afectar el buen funcionamiento de nuestros dientes y por consiguiente perjudicar nuestra el desarrollo de nuestra vida cotidiana.

 

Comparte