Marcela Melara Zacapa

Su historia…

Me encanta poder seguir desarrollando cualquier habilidad creativa, como caligrafía, hacer tarjetas, cocinar y decorar

El Armario, una empresa familiar que se apega a su misión de unir familias para crear tradiciones en los hogares hondureños. Ofrece al cliente lo mejor en servicio, ambiente y calidad, enalteciendo la belleza que cada cliente posee y ayudándole a expresarla en sus hogares.

Hoy, les compartimos la historia de Marcela Melara Zacapa, uno de los pilares que ha logrado hacer de El Armario una empresa de valores familiares ofreciendo calidad, belleza y sobre todo buen gusto.

Cuéntanos, ¿Cómo fue tu vida de niña y como te involucras en el negocio familiar?
Mi infancia fue muy sencilla y pegada a lo natural, donde los encuentros familiares eran lo más importante de todo. Casarme siempre fue mi meta más grande, desde pequeña anhelaba tener una familia y ser toda una “Martha Stewart” y hoy por hoy mi familia es mi mayor orgullo e inspiración.

Mi marido, que amo que me mantiene siempre centrada sin importar criticas ó halagos. Ha sido mi mejor amigo desde hace ya 25 años. Mis hijas, que aún cuando no les he dedicado todo el tiempo han sabido agarrar lo mejor de mi ejemplo. Mis hermanas y mi mamá, con las que compartimos la lucha, las frustraciones, alegrías, estrategias, metas. La razón primordial del existir de la tienda es justamente la relación en familia que tenemos.

Mi admiración y orgullo siempre ha sido mi mamá, por su tenacidad y perseverancia y, sobre todo, su entrega a los que quiere. Hemos trabajado juntas por más de 15 años y todo lo que sé en este rubro se lo debo a ella. Su frase predilecta es “hágalo que usted puede!”
Me gradué de Mercadotecnia, no estudie nada de decoración, y las computadoras apenas estaban empezando, así que inicié en el negocio sin tener idea de redes sociales ni estrategias de comunicación como son el día de hoy.

Mi mamá me puso a trabajar desde chiquita y siempre exigió excelencia, porque eso es lo que ella daba.
Comienzo a trabajar con ella cuando quiere empezar a asistir a ferias internacionales, y yo como hija mayor la acompaño a su primer show de muebles. Regresé encantada del mundo de inspiración que había conocido y me quedé para ayudarla a organizar los pedidos que habíamos hecho, y poco a poco me fui quedando. Terminé manejando el departamento de ventas, y hace unos 3 años pase al área de mercadeo.

Compártenos algunos retos que has enfrentado en tu vida personal y profesional, que te han marcado para ser mejor y dar lo mejor cada día.
A los 17 años padecí de anorexia, es tan cruel y destructora como cualquier otra adicción. Te roba la paz, la esperanza y sin Fe es imposible vencerla. Luche por 10 años y fue gracias a esto que logré no solo encontrar a Dios sino que aferrarme a él y tal vez por eso es que hoy sigo encontrando en él mi identidad sin importar mis logros o fracasos. Disfruto mi momento favorito del día, cuando amanece, me levanto y tengo mi tiempo a solas con Dios.

En la parte laborar, trabajar en familia no es fácil y más cuando tienes una mamá que te consiente como hija pero te exige como jefe, y piensa distinto que uno, defendiendo su manera de trabajar porque es lo que le ha traído el éxito.

Mi mayor lección fue aprender que tu trabajo no depende de tu jefe ni de los límites que puedas tener, tu trabajo depende de tí, de tu esfuerzo, de tu actitud y tu responsabilidad. No importa que tan dura o infundada sea la crítica o el ambiente, nada puede impedir tu crecimiento más que tu mismo.

¿A qué le atribuyes el éxito de El Armario?
Con las plataformas disponibles hoy día, es impresionante a la cantidad de gente que se puede motivar e inspirar con un simple click del celular. Nuestras redes sociales han sido todo un éxito ya que hemos logrado explotar la parte personal de nuestro negocio. Contamos con más de 50 videos de transformaciones, restauraciones y arreglos florales, que superan las 400 mil vistas. Es increíble la cantidad de gente que nos escribe con sus consultas, sus preguntas, o simplemente agradeciendo lo que han aprendido.

La mejor universidad que he podido tener han sido los 20 años al lado de mi madre. He sido su sombra aprendiendo de la manera que ella decora y maneja la tienda. He estado a su lado en negociaciones y cierres de ventas. He viajado a todos los shows con ella dónde he conocido nuevas tendencias. He afinado mi gusto escuchándola y viéndola decorar y crear un diseño de mueble. Ella me ha enseñado a ser lo que soy hoy.

El Armario no es solo una tienda, es una familia que se ama, que cree en lo que hace, que trabaja duro y que transmite a otros lo que vive. Esto ha logrado que varios se identifiquen con la tienda y que eduquen su ojo a apreciar las bellezas que están a su alrededor sin importar el presupuesto.

Actualmente están mis dos hermanas en la tienda y quiero dedicarme más a lo creativo. Este año espero poder hacer más “makeovers”, restaurar más muebles, y jugar un poco más con la caligrafía.
Mi meta profesional es continuar con mis hermanas, y siempre mi mamá al mando dedicándose a “lo bonito”. De la mano de Dios El Armario seguirá creciendo como lo ha hecho hasta ahora, y continuaremos diversificando e innovando con nuestra nueva área de EAKids, y EABistro. En lo personal espero poder seguir disfrutando de mi marido y mis hijas, viéndolas a ellas realizar sus logros

¿Cómo ves el rol actual de la mujer en Honduras?
Las mujeres somos capaces de llegar a cualquier meta que nos pongamos, para bien o para mal. Sin embargo nos hemos metido en una competencia contra los hombres que nos tiene desenfocadas. No tenemos que probar nada, hoy día miles de mujeres son testimonio de nuestra capacidad. No fuimos creadas para ser ni superior ni igual al hombre, somos DIFERENTES. Y nuestra mayor diferencia y virtud es justamente la capacidad de dar vida. Ningún científico ha logrado recrear lo q nosotros hacemos en el embarazo. No nos olvidemos que es siendo madre que nosotros más influimos en el futuro.

Para finalizar, comparte una frase con las mujeres de Honduras y lectoras de la Revista Mujeres & Negocios
“Mujeres virtuosas, no teman del mañana, ni de tus obstáculos, ni de tus enemigos, ni de los que hoy te dicen que es imposible. Teme a Dios únicamente y de ahi vendrá la alabanza.”

Comparte