Uno de los grandes motores económicos de América Latina son las emprendedoras.
Mariela es escritora, conferenciante y consultora. Licenciada en Letras, egresada de la Universidad de Buenos Aires, en su Argentina natal.
Para empezar, cuéntenos una breve historia de su infancia, su familia, un recuerdo de su niñez que marcó su vida. Crecí en La Lucila, un suburbio de la zona Norte de Buenos Aires en una familia profesional. Tengo un hermano mayor, Fernando, cirujano ortopédico y una hermana menor, Paula, psicóloga. Mi padre es cirujano ortopédico (aún ejerce) y mi mamá, maestra. Tuve una infancia muy feliz donde mis padres hacían énfasis en la educación y en esmerarse para conseguir lo que uno quiere. La perseverancia fue siempre muy valorada.
Cuando era adolescente concurría al Taller de literario de la Escuela del Sol, una escuela iconoclasta. El director, Carlos Caron, nos presentó a un importante número de grandes artistas de nuestra época y uno de ellos fue el famoso pintor Perez Celis. Celis me dedicó un dibujo que me permitió usar en la tapa de mi primer poemario. El haberme animado a pedirle si podía usar su dibujo y que me dijera que sí, tuvo un gran impacto. Me dispuso a siempre pedir lo que quiero sin temer a que me digan que no.
¿Cuáles fueron las primeras metas que recuerda haber cumplido?
Publicar mi primer poemario cuando era adolescente y poesía en revistas literarias prestigiosas en Argentina y Latinoamérica.
¿Quién fue su inspiración o modelo a seguir?
Una persona que marcó mi vida fue mi abuela materna, Oma. Ella, mi abuelo y mi mamá llegaron a Argentina de Alemania vía Italia. Oma (“abuela” en alemán) tenía un título de maestra de educación especial (había estudiado con Piaget en Europa) y cuando sus hijos fueron un poco más grandes estudió psicología y fue una de las primeras psicólogas del país. Cuando tenía 15 años ella me pagó el curso para aprender a escribir rápido a máquina porque decía que como escritora lo necesitaría. No se equivocó.
¿Cuál ha sido la mayor oportunidad que se le ha presentado en el plano laboral?
He tenido muchas. Dos de las más estimulantes han sido: 1) Ser portavoz de las becas para hispanos de McDonald’s. Con este proyecto viaje por todo el país conduciendo talleres para padres y haciendo segmentos en la prensa sobre cómo conseguir becas. 2) El lanzamiento del Red Shoe Movement, como empresa global de capacitación de mujeres.
Por qué el nombre RED SHOE MOVEMENT? Buscando la imagen para la tapa de mi libro que simbolizara “poder con femineidad”, pensé en el zapato de taco rojo. Para la mayoría de las mujeres tiene una connotación positiva de que cuando se ponen un par de zapatos rojos pueden lograr lo que se propongan.
Cuéntenos una pequeña historia de cómo incursiona en su negocio actual y cuáles son los planes que tienen a futuro.
Después de muchos años de trabajar en empresas capacitando empleados para que puedan crecer y alcanzar sus metas profesionales, me di cuenta que se necesitaba un diálogo particular con las mujeres. Que había cosas que las afectaba de una manera distinta que a los hombres. Que estaban sujetas a mandatos específicos que por momentos obstaculizaban su crecimiento. Allí decido escribir mi libro “Poder de mujer: descubre quién eres para crear el éxito a tu medida” (Penguin, 2012) donde invito a la mujer a que descubra una nueva definición de éxito teniendo en consideración sus intereses para alinearlos mejor con sus metas. Y poco después creo la compañía de capacitación y el movimiento que potencia su efecto.
Este movimiento se basa en el auto empoderamiento, el apoyo mutuo, y se sustenta en 7 Principios y el #RedShoeTuesday, una campaña de concientización para acelerar la representación de mujeres en los puestos más altos de toma de decisión. Todos los martes vamos todos a trabajar con zapatos y corbatas rojas para demostrar el apoyo al crecimiento profesional de la mujer. Ya tenemos entusiastas y seguidores en 145 países y gran número de empresas en los Estados Unidos y Latinoamérica que han subscripto a sus empleadas a nuestro programa de capacitación Step Up Plus, gracias al cual las mujeres adquieren las habilidades blandas necesarias para pasar al siguiente nivel de sus carreras. A futuro, buscamos seguir ampliando nuestra cartera de clientes para continuar ayudando a las empresas a crear pipelines más robustos que garanticen mayor diversidad e inclusión en puestos de toma de decisión.
¿Cuáles considera han sido las claves que le han permitido llegar hasta este punto en su carrera?
Es una conjunción de elementos. Por un lado estar siempre alerta a lo que me interesa y cuando agoto ese interés estar dispuesta a explorar otra cosa. Por otro lado, perseverar en cada decisión el tiempo suficiente para que pueda fructificar. Mantener viva la curiosidad, rodearme de personas inteligentes y positivas. Saber decir “no” para concentrar mi energía en lo que más me importa en cada etapa de mi vida. Y también ir dejando a un lado del camino aquellas personas que no me aportaban sino que me absorbían la energía.
“La mujer tiene una visión y un estilo complementario al del hombre y juntos podemos construir una sociedad mucho mejor que la que tenemos.”
¿Ha sido marcada por algún momento difícil en la vida y cómo logro superarlo?
Sí, he tenido muchos momentos difíciles como por ejemplo mi divorcio luego de estar con el que fue mi marido desde los 18 años. Fue complicado porque teníamos una empresa en común así que por un tiempo, me fui de mi casa y del trabajo y alquilé una habitación en una casa de familia porque no podía gastar dinero ya que no tenía trabajo. El proceso de divorcio duró casi dos años y luego me tocó empezar de nuevo. Empecé primero a dar clases de español en empresas y a retomar mi escritura y de a poco empecé a publicar mis libros e iniciar mi carrera de oradora.
¿Cómo vence los conflictos que día a día se presentan en su actual trabajo?
Aprendiendo de ellos y consultando con mi equipo y con un grupo importante de asesores que tengo siempre en mi red de contactos. Una de las personas con las que trabajo en forma más cercana en esta etapa es Alejandra Mastrángelo, que dirige el Red Shoe Movement en Latinoamérica desde Argentina.
¿Cuál ha sido su mayor triunfo en la vida?
Construir una reputación sólida. Estar rodeada de personas que todos los días están dispuesta a llevar adelante un proyecto mío porque confían en mi. Eso me dice que he construido credibilidad. Y en realidad, es con una de las pocas cosas con las que uno cuenta. Su palabra, su reputación. Todo lo demás va y viene.
Cómo ve el rol actual de la mujer en América Latina. Ha habido muchos avances. Por ejemplo, uno de los grandes motores económicos de la región son las emprendedoras. Y han tenido y tienen mujeres presidentas. (Algo que aún no ocurrió en Estados Unidos). Sin embargo, hay mucho más para hacer. La mujer tiene una visión y un estilo complementario al del hombre y juntos podemos construir una sociedad mucho mejor que la que tenemos. Hay un rol en los niveles más altos de toma de decisión de todo tipo de organización privada, pública y de la sociedad civil que la mujer aún no ocupa. Se necesita un salto cuántico de la conciencia global para que este cambio se de rápidamente.
¿Cuáles son los principales retos que la mujer latina debe enfrentar y cómo cree que debe vencerlos y convertirlos en ventajas?
La mujer latina enfrenta el gran desafío del machismo en la región. Lo importante es entender que es una situación cultural que la mujer ayuda a sostener. Es fundamental que empiecen a criar de manera más pareja a sus hijos e hijas y que empiecen a revisar viejos mandatos inconscientes por los cuales tal vez continúan aceptando que ellas son responsables de la casa y la familia aún cuando trabajan a tiempo completo. O que está bien tener un puesto de apoyo en lugar de uno con mayor visibilidad. Renegociar estos roles es una buena manera de provocar un cambio.
Para finalizar le preguntamos: ¿Cómo es Mariela en su casa?
Mi casa es “whimsical” es decir, inesperada, divertida, creativa, liviana. Tengo móviles de muchos países, instalaciones con calcomanías en las paredes, postales de todos lados donde viajo… A mis amigos les encanta tomarse fotos en mi sala de estar. Tengo una oficina en donde queda todo lo que tiene que ver con mi trabajo. Pero a veces, me inspira más sentarme a escribir frente a una pared azul que tengo en la sala y eso hago.
¿Cuál es el momento más feliz del día para usted?
Tengo un temperamento muy parejo y en general estoy bien todo el día. Me encanta la mañana temprano cuando aún no se ha despertado el mundo y también la última hora de la noche cuando no hay más conexión externa y puedo dedicarme a mi.
¿Cuál es su pasatiempo preferido y tiene algún talento oculto que pocos conozcan?
Me encanta leer, caminar, ir al cine, y sobre todo, viajar. Poca gente sabe que soy poeta y que cocino muy bien.
A nivel personal -¿Cómo se visualiza 10 años en el futuro?
Viajando aún más por placer y para diseminar un mensaje de auto empoderamiento a las personas que lo necesiten.
Una frase que quiera compartir con las mujeres de Honduras y lectoras de la Revista Mujeres & Negocios.
Las invito a usar los grandes retos que han superado en el pasado (ocuparse de padres mayores, criar hijos solas, inestabilidad política, económica, social, etc.) como confirmación de la enorme resiliencia que tiene cada una. La resiliencia es una enorme ventaja competitiva que a veces no sacamos a relucir porque creemos que todo el mundo la tiene. Pero no es así. La mujer centroamericana y latinoamericana ha sido sujeta a condiciones que requieren mucho mayor resiliencia de lo normal. ¡Aprovéchenla en sus negocios y en sus carreras como fuente de creatividad y perseverancia!
“Hay que tomar los ‘no’ como un ‘no todavía’ para poder ajustar lo necesario y seguir adelante”